En el año 2016, mi hijo experimentó una crisis en la cual casi perdió su vida. Fue entonces cuando me di cuenta de que tenía que sacarle del instituto y alejarle de las malas influencias de sus amigos.  Como padre soltero, no sabía que hacer, pero Dios abrió una puerta para que él pudiera ir a vivir a Hogar Asubio durante 6 meses.  Estoy profundamente agradecido por esa bendición. En ese tiempo, dedicó su vida al Señor en Hogar Asubio y actualmente está creciendo como hombre y como cristiano.