Me llamo Gloria y viví en Hogar Asubio durante un año. Mi profesora de religión evangélica me habló del ministerio Hogar Asubio y me ilusionó la idea de una gran familia.

Durante mi tiempo en Asubio pude trabajar en mí y mi relación con Dios, entre otras cosas. Entender mejor su amor hacia mí, ya que vine con mis dudas y no llegaba a entender bien ciertas cosas. Aprendí a valorar mi vida y la vida de las personas de mi alrededor, al igual que la vida de los seres vivos que nos rodeaban.

Algo que destacó fue La Paz que tuve y recibí durante mi estancia.

¡Recomendaría Asubio! Una experiencia única, no siempre fue fácil, pero sí que mereció la pena formar parte de la comunidad.